El presidente de PIMEC y vicepresidente de SMEunited exige a las instituciones europeas pasar de las palabras a los hechos y activar ya un régimen sancionador efectivo que proteja a las pymes frente a los impagos.
📍 Bruselas, 14 de octubre de 2025 – La morosidad continúa siendo una de las principales amenazas para la viabilidad de las pequeñas y medianas empresas en Europa. Así lo ha denunciado desde Bruselas Antoni Cañete, presidente de la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM) y de Pimec, además de vicepresidente de SMEunited, durante una agenda institucional ante la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y los principales grupos políticos.
“Europa necesita pasar de los discursos a los hechos. Cada día que se retrasa la aprobación del Reglamento contra la Morosidad aumenta el riesgo de quiebra de miles de empresas. No se trata de declaraciones, sino de supervivencia económica”, ha advertido Cañete desde Bruselas.
La morosidad: una trampa para la liquidez de las pymes
Los últimos datos de la Comisión Europea (DG GROW, 2025) confirman la gravedad de la situación:
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El 73 % de las empresas europeas sufre morosidad.
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El 52 % denuncia que sus clientes alargan unilateralmente los plazos de pago.
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El 40 % asegura que estos retrasos reducen su capacidad de inversión y crecimiento.
Estas cifras reflejan un problema estructural que afecta directamente a la liquidez, la productividad y la competitividad de las pymes. La falta de sanciones efectivas y la ausencia de trazabilidad en los pagos perpetúan un sistema desigual donde las grandes compañías imponen plazos abusivos sin consecuencias.
“La morosidad no es solo un retraso en los pagos; es un abuso de poder económico que penaliza al más pequeño. Las pymes están financiando, sin quererlo, a las grandes empresas y a las administraciones públicas”, ha denunciado Cañete.
Exigencia clara: aprobar el Reglamento Europeo contra la Morosidad
Durante sus reuniones en Bruselas, Cañete ha instado al Consejo de la Unión Europea a retomar sin más demoras las negociaciones del Reglamento Europeo contra la Morosidad, actualmente bloqueado.
Este reglamento propone plazos máximos de 30 días, la creación de autoridades nacionales de control y sanciones automáticas para quienes incumplan las normas.
Desde la PMcM y SMEunited, se alerta de que la falta de avances pone en riesgo la estabilidad de miles de pymes y autónomos en toda Europa, debilitando el tejido empresarial y la creación de empleo.
“La competitividad europea se está erosionando por dentro. No se puede hablar de apoyo a las pymes mientras se toleran los impagos sistemáticos. Europa necesita valentía política para acabar con esta injusticia”, ha reclamado Cañete.
Un llamamiento conjunto desde las pymes europeas
En su papel de vicepresidente de SMEunited, la organización que representa a más de 12 millones de pymes y autónomos en Europa, Cañete ha subrayado que la morosidad es un problema continental que exige una respuesta coordinada y firme de todas las instituciones.
Tanto PMcM como SMEunited insisten en que, sin mecanismos sancionadores y sin transparencia real, el Reglamento contra la Morosidad perderá su eficacia.
Además, recuerdan que el cumplimiento efectivo de la ley de pagos supondría un impacto positivo de más de 275.000 millones de euros anuales en la economía europea.
“Las pequeñas y medianas empresas no piden privilegios, piden justicia. Cumplir los plazos de pago es una cuestión de ética y de equidad. Europa no puede seguir fallándoles”, concluyó Cañete.
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